Con cualquier cambio en la alimentación, existe la posibilidad de que el estómago de tu perrito lo resienta (¡si tú comieras siempre lo mismo y cambiaras tu dieta de repente, también lo resentirá tu estómago!).
Es por esto que recomendamos hacer una transición que dure entre 7 y 11 días. En la primera entrega, recibirás un kit de bienvenida en el cual especificamos los pasos para que puedas llevar a cabo este periodo de transición sin problemas.
Si notas que tu mejor amigo tiene diarrea o su popó es demasiado aguada por varios días, recomendamos contactar a tu veterinario como lo harías si esto sucediera con su dieta normal. Para asegurarte de que no haya bacterias que podrían estarlo enfermando, por favor lava su platito por lo menos una vez al día.
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